domingo, 10 de enero de 2010

747

No sabía cuando, por qué o quién había comenzado ese juego, sólo sabia que cada ves que viera un avión en vuelo, debía estirar la mano pretendiendo atraparlo, apretar el puño acercarlo a la boca soplar para luego guardarlo en un bolsillo y al llegar a cierto número un deseo se haría realidad.

Esa tarde porfin lo había logrado, atrapó el avión número un millón lo guardo en su bolsillo y salió corriendo para la casa de la mujer de sus sueños, del angelito de su vida simplemente para verla en brazos de otro hombre

Ahora no sabe que hacer con una bolsa llena de un millón de aviones y sin un deseo que pedir.

1 comentario:

AMATS dijo...

...lO SIENTO, YA EL DESEO ESTÁ PEDIDO, AHORA SOLO TIENE QUE COMENZAR DE NUEVO.