sábado, 21 de enero de 2012

Poderes no deseados



Había pasado toda la tarde dándole “Like” a cuanta chuchería publicaban en Facebook tal vez con el ánimo de que alguna de estas complacencias levantando el dedo virtualmente se tradujera en entablar una conversación, pero sin ningún resultado, bueno tampoco esperado porque lo hacía solo para matar el tiempo que en cierta manera es para lo que sirve esa red social ¡a! y para destruir relaciones amorosas.

Había twitteado más de 30 veces sin lograr un RT o un Fav y claro mucho menos una mención, lo extraño era que tampoco le dieron Unfollow y sus 123 seguidores siguieron incólumes.

En la tv daban una de las repeticiones de un capitulo de two and a half men y mientras los veía y a al igual que muchos lo hemos hecho pensaba “que viejas tan buenas se come charlie harper “ mmm si yo fuera… ya era de noche, se dio cuenta porque después de 3 días de total encierro corrió un poco la cortina y abrió la ventana, el aire frio de la ciudad se coló por la ventana así como el sonido ronco del trafico a la distancia como un arrullo de gigantes o como él lo llama el sonido del mar para los del interior; se sentó en la cama y se puso a detallar cada una de las cosas que lo rodeaban y que hacían parte del gran caos que era su cuarto y entre estas cosas en el suelo al lado de una silla estaba al jean que se había puesto la última vez que había salido lo interesante o extraño era que estaba ahí arremangado sobre sus tennis como si un enano los tuviera puestos , para que se hagan una imagen estaban puestos como los bomberos ponen sus overoles sobre las botas parta poder ponérselos con tan solo meter los pies y de un jalonazo subir los pantalones y así mismo lo hizo el metió sus pies hasta tener puestos los tenis subió el jean apretó la riata y listo, tan solo busco una chaqueta (cualquiera en verdad no importaba) un gorra y salió de la habitación con rumbo a la calle.

Al meter la mano en el bolsillo derecho encontró 10mil pesos y díganme si no les ha pasado que encuentran un billete entre su ropa sucia y sienten como si se hubieran ganado un premio, pues así mismo lo sintió él y por ende quiso celebrar; subió por la calle principal del barrio caminando despacio con la escondida intensión de tal ves encontrarse a alguien (el que fuera) como pa´charlar un rato, llego hasta la avenida al final del barrio y se dio cuenta que durante el trayecto había visto gente extraña es como si todos en vez de cara tuvieran un gran signo de interrogación , no le dio importancia entró al auto servicio y fue directo al refrigerador sacó un sixpac de cervezas y se acerco a la registradora que estaba desocupada, el cajero que la atendía se encontraba hablando por celular con una tal Ana de lo que había pasado en la casa de Carlos el calvo (dato irrelevante para esta historia, pero dígame si uno no se pone a escuchar conversaciones ajenas solo porque si), sin tan siquiera mirarlo el cajero tomo las cervezas las registro no dijo el precio a pagar tal vez porque la pantalla lo indicaba y no iba a dejar de hablar con la tal Ana ; le paso el billete, este le dio las vueltas, tomo la bolsa dio las gracias y se retiro lentamente esperando al tan conocido -“a la orden” pero ni siquiera por esas el cajero dejo de hablar con esa tal Ana.

De nuevo bajó por la principal del barrio hasta la cuadra donde queda su casa doblo la esquina y con andar parsimonioso llego hasta la casa, al entrar ni siquiera encendió la luz de las escaleras y así subió a su cuarto se sentó en la cama y se quedó en silencio; destapo una de las cervezas le dio tres tragos mientras con la otra mano miraba en su BB a ver si había llegado algún mensaje, mención; RT o Fav o tan siquiera una de esas inmamables cadenas de PIN en donde se anuncia que se va a cancelar el pin Messenger (ojalá algún día pase para que dejen de joder) pero nada , nada de nada y mucho menos esa llamada que se había quedado esperando los últimos 6 meses…

Tres tragos más de cerveza en la oscuridad de su cuarto sentado sobre su cama destendida, en medio del orden aleatorio de sus cosas (por no decir desorden) y allí en silencio al levantase quedo de frente al espejo, en penumbras alcanzaba a ver su silueta reflejada como si fuera una sombra oscura y pudo entender lo que estaba pasando, claro es tan simple, pues aunque la soledad es transparente cuando te cubre por mucho tiempo te hace desvanecer a los ojos de los de más y adquieres el poder de la invisibilidad.